lunes, 8 de noviembre de 2010

Para ti María


Jueves Santo en Calañas
calles en silencio,
líneas de nazarenos,
velas, rosas e incienso.
Vistes majestuosa,
lágrimas en tu cara,
rostro sonrosado,
Reina de la madrugada.
Rachear de zapatillas,
cadenas arrastradas,
promesas cumplidas,
amargura en tu mirada.
Cuadrilla de costaleros,
pareces que caminarás,
te llevan con cariño
cada año, cada madrugá.
Saeta, Rocío, Campanilleros,
marchas para procesionar,
salida, cuesta, encuentro,
momentos que recordar.
Una rosa en tu mano,
lágrimas de cristal,
la luz de las velas
hace tu rostro brillar.



Guadalupe Barranco

Para ti Jesus


La Iglesia abre sus puertas,
silencio en la plaza,
cirios encendidos,
recorrido de madrugada.
Al fondo se escucha,
¡Al cielo, costaleros!
¡Ya sale el Señor de Calañas!
precedido de Nazarenos.
Incienso y azahar
se mezclan con tu cantar,
saetera que cada año
nos deleitas con tu rezar.
¡Cautivo, no mires atrás!
Tus promesas no están,
mira a las estrellas,
hoy con ellas brillarán.
Están en el balcón,
en un balcón muy especial,
viendo como su Cautivo
empieza a caminar.
Avanzas poco a poco,
deteniéndote para admirar,
la devoción de tu pueblo
de tu mecida al andar.
Tu madre viene detrás,
caminas hacia la capilla,
para rezar con fervor
con las hijas de María.
Llega la cuesta,
silencio para escuchar,
la voz de tus costaleros,
la marcha y al capataz.
En el encuentro junto a tu madre,
nos haces llorar,
cuando te acercas
y Ella, se acerca aun más.
Cara a tu pueblo te despides,
mirando al cielo aclamas,
gracias le das a las promesas,
que aguardan para cantar,
una hermosa saeta,
que en el cielo se escuchará
y en una estrella brillará,
hacia el cielo volarán.


Guadalupe Barranco