Nuestro obispo, José Vilaplana Blasco, presentó, la mañana del 16 de noviembre, ante los medios de comunicación el Plan Diocesano de Evangelización, un proyecto cuatrienal que se ha iniciado este curso y que se desarrollará hasta 2014 con el lema “La Parroquia es mi Familia”.
Precisamente, a esta cuestión hizo referencia nuestro Pastor, cuando señaló que “en este momento que nos ha tocado vivir, en el que tenemos que afrontar tantas cuestiones, en la parroquia, de alguna manera, confluyen muchos de los temas que queremos desarrollar; en este sentido, no se trata de resolver todos los asuntos de una parroquia, por lo que el Plan Diocesano de Evangelización se centra en seis objetivos”.
De forma general, el primer fin es revitalizar la parroquia, darle un dinamismo evangelizador, para que ésta sea más cercana, más creíble y más servicial. Para ello, se pone en marcha una serie de acciones pastorales que se plasman en objetivos específicos. El primero de ellos alude al sacerdote, para que sea auténtico pastor y servidor del pueblo de Dios. En esta línea, nuestro obispo apuntó que el sacerdote “es el que tiene la misión de animar y coordinar todas las acciones y que hay que ayudarle a ser pastor en el momento actual”.
El segundo objetivo se refiere a que los laicos vivan su pertenencia a la Iglesia y compromiso en el mundo, ya que “hoy, cuando decimos Iglesia, no sólo nos referimos al Papa, a los obispos o a los sacerdotes, sino también a hombres y mujeres bautizados, con diferentes vocaciones, que tienen también como misión dar testimonio de Jesucristo en el mundo”, añadió.
Uno de los objetivos que quiso resaltar D. José Vilaplana de forma especial es el tercero, que pretende que los jóvenes, desde la fe, sean esperanza del mundo y esperanza de la Iglesia “porque dentro de la parroquia nos preocupa especialmente acompañar a los jóvenes para que puedan madurar como cristianos”. Además, el próximo mes de agosto de 2011 el Papa ha convocado a este colectivo en la Jornada Mundial de la Juventud que “va a ser una gran oportunidad para ayudarles a crecer”.
En cuanto al cuarto objetivo, que los sacramentos sean de verdad vivencia y expresión de la fe, destacó que es necesario que las personas que piden la administración de los sacramentos de iniciación cristiana, así como prepararse para el matrimonio, por ejemplo, “descubran su significado y puedan vivirlos coherentemente, de manera que no sean unos momentos aislados y puedan insertarlos en sus vidas”.
El quinto objetivo trata de descubrir la caridad como la “más grande y eficaz” forma de evangelizar. En esta línea, nuestro obispo recordó el reto del Papa Juan Pablo II para el nuevo milenio de que “los pobres se sientan en la Iglesia como en su casa”. Para ello, desde la Diócesis de Huelva, y en el marco del Plan Diocesano de Evangelización, se pretende trabajar este aspecto de una forma “cada vez mejor y más cercana”.
La tarea de prestar una atención pastoral a la religiosidad popular conforma el sexto objetivo. “Se trata de una realidad muy rica en nuestra Diócesis, pero siempre necesita ser perfeccionada y más integrada en la vida parroquial”.
En la elaboración del Plan Diocesano de Evangelización han trabajado 74 grupos, formados por unas 750 personas. Todas las inquietudes han sido recogidas en una publicación que ha editado el Obispado de Huelva y que incluye una carta pastoral de nuestro obispo, José Vilaplana Blasco, continúa con una presentación del Plan y desglosa cada uno de los objetivos, para terminar con unas orientaciones para su programación y evaluación.
RUEDA DE PRENSA
Presentación del “Plan Diocesano de Evangelización”para el cuatrienio 2010-14
1. ¿POR QUÉ UN PLAN PASTORAL?
El programar la actividad pastoral es una exigencia de eficacia, además de responder a una exigencia de comunión eclesial. Efectivamente, la Diócesis programa su actividad pastoral en orden a garantizar una mayor eficacia en su tarea evangelizadora.
Aunque el Espíritu Santo es el principal agente de la evangelización, ésta es también una actividad humana y, en cuanto tal, su eficacia está condicionada por el bien hacer de los evangelizadores. De ahí que programen los objetivos a alcanzar y las actividades a realizar.
Pero lo más importante es que la actividad pastoral –la evangelización- es una tarea de la Iglesia, porque la misión de la Iglesia es evangelizar, y existe para ello (Pablo VI). Por tanto, la programación, esto es, trabajar todos con una misma finalidad y con un mismo espíritu de Iglesia, es una exigencia también de la comunión eclesial. El testimonio de la unidad es clave para evangelizar.
2. ANTECENDENTES
El Plan Diocesano de Evangelización que ahora presentamos tiene unos antecedentes en la Diócesis, dignos de tener en cuenta. El actual Plan es el sexto. Veamos los anteriores.
1º) Programación General Diocesana de Evangelización-1980-85. Es el primero, después de la encíclica sobre la Evangelización, de Pablo VI (1975).
2º) Conclusiones de la Asamblea del Pueblo de Dios (1985). Completa el anterior Plan.
3º) Plan Diocesano de Evangelización-1994-99. Se realiza a partir de la visita del Papa a Huelva (1993)
4º) Plan Diocesano de Evangelización-2000-04. Responde al Gran Jubileo 2000, proclamado por el Papa Juan Pablo II.
5º) Plan Diocesano de Evangelización-2005-08. Se elaboró a partir de la celebración del cincuentenario de la creación de la Diócesis (1954-2004).
6º) Plan Diocesano de Evangelización-2010-14. Es el que ahora entra en vigor. El Sr. Obispo, una vez toma el pulso a toda la Diócesis, decide elaborar el presente Plan Pastoral.
3. PARTICIPACIÓN EN LA ELABORACIÓN DEL PROYECTO PASTORAL
La Diócesis presenta ahora una programación pastoral a largo plazo, para el cuatrienio 2010-14. Le llamamos “Plan Diocesano de Evangelización”-2010-14. Se trata de un proyecto pastoral orientado a que toda la diócesis centre su atención y colaboración en las líneas pastorales que señala dicho Plan Diocesano.
Este Plan Pastoral no es capricho, sino que responde a una demanda del Pueblo de Dios. Antes de redactar el Plan Diocesano, se consultó a la comunidad cristiana, sobre todo, a las parroquias. Se quería que las bases mismas de la Diócesis expresaran su parecer en cuanto a las necesidades pastorales de la Iglesia de Huelva. Los que han participado se reflejan en estos datos: Han trabajo 74 grupos, formados por unas 750 personas.
Con esta participación, dada la variedad geográfica de los mismos y la diversidad de los participantes, podemos considerar que el perfil del Plan Diocesano de Evangelización responde a la realidad de la Diócesis y a las demandas de los diocesanos. De todas formas, a partir de las respuestas recibidas, se han trabajado distintos borradores de Plan Pastoral, que han sido objeto de revisión y corrección en sesiones de trabajo, fundamentalmente, del Consejo del Gobierno, la Comisión específica, el Consejo Pastoral Diocesano y la Asamblea sacerdotal. Es, pues, un trabajo consultado y participado.
4. ¿QUÉ SE PRETENDE CON ESTE PLAN?
Esta es la pregunta clave. El Objetivo fundamental y general que se propone es REVITALIZAR LA PARROQUIA. Quiere esto decir que, durante estos cuatros años y llevando a cabo cuantas líneas pastorales se recogen en el Plan Diocesano, se pretende renovar la parroquia, revitalizarla, darle un mayor dinamismo evangelizador, que sea más cercana, más creíble, más servicial, etc..
Ahora bien, para alcanzar este objetivo general de REVITALIZAR LA PARROQUIA, se requiere alcanzar otras metas más concretas, otros objetivos específicos. De ahí que para revitalizar la parroquia sea fundamental alcanzar estos otros objetivos específicos:
* Objetivo 1. Que el sacerdote sea auténtico pastor y servidor del pueblo de Dios.
* Objetivo 2. Que los laicos vivan su pertenencia a la Iglesia y compromiso en el mundo.
* Objetivo 3. Que los jóvenes, desde la fe, sean esperanza del mundo y esperanza de la Iglesia.
* Objetivo 4. Que los sacramentos sean de verdad vivencia y expresión de la fe.
* Objetivo 5. Descubrir la Caridad como la “mas grande y eficaz” forma de evangelizar.
* Objetivo 6. Prestar un atención pastoral a la religiosidad popular.
Todos estos objetivos y metas pastorales se ordenan a revitalizar la parroquia. Pero la revitalización y renovación de la parroquia implica un “modo de actuar”, un “estilo de actuación” para pastores y evangelizadores. Efectivamente, la revitalización de la parroquia exige un estilo nuevo de ser pastor, de ser evangelizador, de ser comunidad, de vivir la comunión, de compartir, de ser Iglesia…Se pretende una renovación de la comunidad que vive, celebra y testimonia la fe.
DECÁLOGO EXPLICATIVO
SOBRE EL PLAN DIOCESANO DE EVANGELIZACIÓN
Con este "Decálogo" se pretende hacer más asequible la explicación del Plan Diocesano de Evangelización. Su divulgación es importante y necesaria para que pueda llegar al Pueblo de Dios y, de manera especial, a los que trabajan más directamente en las parroquias y demás campos del apostolado.
¿Qué es el Plan Diocesano de Evangelización (PDE)?
Es un proyecto de acción en común en el que se recogen las orientaciones y las actividades pastorales que el Sr. Obispo establece como programa para cuatro años en la Diócesis.
¿Por qué implantar un Plan Pastoral?
En la Diócesis hay muchas necesidades pastorales: unas son más importantes, otras, no tanto; unas son urgentes; otras necesarias, etc. El Plan Pastoral determina y concreta qué línea pastoral y qué actividades son preferentes para la diócesis, en un determinado periodo, según la demanda que presenta la realidad social y eclesial.
¿Hay que abandonar, entonces, la pastoral de cada día?
Ni hablar. El Plan Pastoral no anula la vida ordinaria de la parroquia: catequesis, grupos de formación, caritas, etc. Pero sí pone sobre el tapete cuestiones y temas pastorales que han de afrontarse por su importancia y necesidad, porque hacen referencia a necesidades pastorales fundamentales.
¿Cuáles son esas “necesidades pastorales” que recoge el PDE?
La principal “necesidad” demandada queda recogida en el Objetivo General, esto es: revitalizar la parroquia. La parroquia es imprescindible como mediación para la vida cristiana del pueblo de Dios. Pero corre el peligro de anquilosarse, de no responder a las nuevas exigencias de la evangelización, etc. Por eso, es de “necesidad” que se renueve, se revitalice, tenga “nuevo ardor” y nuevo dinamismo en su misión evangelizadora.
¿Qué significa “revitalizar la parroquia” y qué hacer para ello?
Revitalizar la parroquia supone inyectarle una gran dosis de espiritualidad, de entusiasmo y de compromiso evangelizador. Y, para ello, el Plan Diocesano se propone, por una parte, la revitalización de los agentes pastorales (sacerdotes, laicos y jóvenes); y, por otra, la revitalización de tres sectores importante de la pastoral (sacramentos, caridad y religiosidad popular).
¿Quiénes han elaborado el Plan Pastoral?
Aunque corresponde al Obispo, Pastor de la Iglesia diocesana, el señalar el rumbo pastoral que debe seguirse en la Diócesis, sin embargo, ha querido, consultar a los sacerdotes, grupos apostólicos, comunidades parroquiales, etc. En este sentido, han participado 74 grupos, integrados por más de 750 persona. Se trata, pues, de un proyecto pastoral realizado con la aportación y colaboración del Pueblo de Dios.
¿Quién son sus destinatarios y a quiénes obliga especialmente?
No cabe duda que los destinatarios del Plan es toda la Diócesis. Con todo, son los sacerdotes –pastores del Pueblo de Dios- y demás agentes pastorales y evangelizadores los que tienen una mayor responsabilidad. De ellos, de su compromiso y colaboración en llevar a cabo el Plan Diocesano de Evangelización, dependerá la eficacia del mismo. De ahí que a ellos les afecte y obligue más directamente.
¿Cómo se aplica o se lleva a cabo el Plan Pastoral?
Es una tarea sencilla. Las parroquias y grupos apostólicos, al programar la pastoral del curso, deben, por una parte, consultar el Plan Diocesano y seleccionar aquellas actividades que les sea posibles realizar en ese curso; y, por otra parte, tener en cuenta la programación anual de la Diócesis y del Arciprestazgo, para trabajar con criterio de unidad.
¿Qué valor o interés hay que darle al Plan?
No se puede olvidar que se trata de un proyecto diocesano, ordenado a “revitalizar la parroquia”. Esta meta es lo suficientemente trascendente para que se descubra su valor pastoral al servicio del Pueblo de Dios. En definitiva, cada uno valorará el Plan Pastoral a tenor de la actitud que mantenga ante él.
¿Qué actitudes evangelizadoras son necesarias ante el Plan Diocesano?
Entre otras, señalamos las siguientes actitudes: Apertura al Espíritu, asumiendo que en la Iglesia el evangelizador fundamental es Él; sentido diocesano, esto es, evangelizar en comunión con el Pastor de la Iglesia particular; y, por último, colaboración sincera, porque la “empresa” del Reino es corresponsabilidad de todos.
NOTA: El Plan Diocesano de Evangelización se puede visualizar en la Página Web del Obispado de Huelva.